martes, julio 22, 2008

9.896 días y 9.895 noches


Han pasado ya 9.896 desde que nací. Así tal cual. Cada día y cada noche. Tormentas han pasado, futuros he soñado, sueños he tocado y llantos he olvidado. Harto he vivido y harto me queda por vivir. Es difícil hacer un resumen ejecutivo de lo que ya pasó.

Hace tiempo no escribía en el blog. Lo tenía botado, fundamentalmente gracias a Facebook. En realidad ni siquiera. Sólo pasé por un período de sequía creativa, quizás nefasta. Me estaba anquilosando en mi propia memoria. No sabía de que escribir, aunque fuera una pelotudez. De hecho ahora mismo no tengo muy claro que escribir. Pero me surgió la necesidad de hacerlo luego de dos cosas: una, escuchar a los Rolling Stones y junto a ello confirmarme como un rolinga, y dos, haber calculado con certeza la cantidad de días de vida que tengo y hacer además el cálculo para celebrar el 3 de noviembre mis 10.000 días de vida.

Siento que estoy despertando de un largo letargo (salió verso sin mayor esfuerzo, uy de nuevo, caré huevo). Hace rato no me sentía así, como dando vuelta la página. Como diría Cerati la espera me agotó. En algún momento pensé que mi ego estallaría. Pero no. Aquí está. Resuelto. Sin prisa. Endemoniado. Por un camino paralelo. Propio y quizás sinsentido.

No quiero dejar de escribir. O al menos no quiero dejar que pasé tanto tiempo sin escribir. Del 19 de Mayo que no lo hacia. Dos meses sin ningún atisbo de escritura. Si, el tiempo vuela, sin embargo hay hechos fundamentales que francamente no se pueden obviar. O al menos yo no puedo dejar pasar. Pasó el cumple de la Fundamental Fuenzalida y del imperecedero Davicho. Se cerró Peineta. Pasó el Bingo del colegio de la Javiera, regado y certero, sin premio, pero sincero. Pasó el cumple de Wasabrini, endemoniado y caótico. Pasó también la furiosa junta Salesiana, 30 gordos calvos un día miércoles con groseras consecuencias. Pasaron películas, citas, juntas, risas, demonios y karaokes. Me junté con Caro y aclaramos las cosas. Hasta se cortó el Hosting con algunas imágenes de este blog. Magallanes volvió a la senda del triunfo. Pasó mi cumpleaños, gracias a todos los presentes por ser parte de la furia. Pasó el cumpleaños de la Javierita. Pasaron aún más películas, citas, juntas, risas, demonios y karaokes. Pasó Johansen. Pasó el opíparo cumple de Rull. Magallanes ganó en la Copa Chile y pasó un pantagruélico almuerzo. Nos volvimos a juntar con la banda-club de los solteros, como en los viejos tiempos. Estrujo la memoria y vienen muchos flashazos. Hasta Allende estuvo de cumpleaños. Maldad aparte, pasó la sorpresa y emoción de Ricardo. Y la alegría de los 19 de mi hermana ayer.

Y siguen sonando los Rolling. Y cada vez me convenzo más de que el rock es el camino.

Todos los proyectos van avanzando. Lentos/rápidos/exitosos/fantásticos. Seremos millonarios.

Hasta aquí escribiré por ahora. Punto final. Espero no pasen nuevamente dos meses. Ya creo que los furiosos lectores ni siquiera se molestan en escribir el chechollanes.blogspot.com.

Y como diría un cercano “me voy a haber unas vías dispositivas” (sic). Un abrazo a los que leen. Viva el rock.