Desde la semana pasada que tenía guardada esta foto a punto de publicar. La semana pasó ultra rápido y sólo hoy me he podido dar el tiempo como para escribir.
Han sido días intensos.
La foto de la micro fue un accidente el sábado 4 de abril. Nos topamos casi con Troya con la Javiera mientras ibamos a su Lotería en el colegio, había un Peugeot desintegrado y la micro que se ve incrustada en un poste y un árbol. La verdad me impresionó que la micro quedara tan mal. Era predecible que el auto quedara hecho polvo, pero la micro no. El resultado fue sólo un muerto (chofer del auto). Días después al leer la noticia, supe que el culpable había sido el automovilista que se lanzó contra el tránsito el muy sorete (qepd).
Ese mismo día Magallanes se mandó la Noche Albiceleste... la verdad... hay que esperar el campeonato. Cómo que no se pudo ver mucho.
Domingo 5... 21 Kilómetros.
Me mandé una decente carrera en 2:03
Las piernas para el dick. Pero meta cumplida. Ahora se vienen si o si los 42.
La semana Santa estuvo piola. Terminó deportivamente subiendo el Pochoco.
Se viene poderoso poderoso el futuro.
Ando contento.-
El título es justamente por como todo se puede ir a la cresta sólo por una imbecilidad. Y por otra parte, puta que es rico cumplir metas. Los últimos días han sido como terminar libros. Lo mejor, quiero seguir leyendo.
La primera foto es la vista de Santiasco desde el Pochoco como a 1.500mt.
Hoy fui a ver Luca. Me gané las entradas en el Mercurio. Excelente rockumental del loco Prodán.
El viernes estuvo de cumpleaños la poderosa Bobadilla. Hace un año que estaba recordando saludarla. Era la fecha más presente que tenía de abril... y el mismo viernes... el mismo puto viernes... no la llamé. Primero de dejado y luego de olvidado. Es tan grosa que sabrá comprender. Un abrazo para ella.
