Puede besar a la novia

Desde que me levanté a primera hora anduve pensando en que escribir como tema del día.
El primer título que se me ocurrió “No hay 20 canciones, pero si un pichí desesperado” esto dado la carga matinal que tenía. Sin embargo, debido a lo grosero y coprolálico que podía llegar a ser el tema (y fundamentalmente los comentarios de Verdugo).
Luego mientras caminaba rumbo al metro, el título pensado fue “¿Cuándo se irán las viejas a la playa?”, esto dado el gran movimiento que había en la ciudad. El comentario iba a ser crítico, audaz y por sobretodo ofensivo. Me arrepentí, pues hoy mi madre y mi abuela se iban al litoral.
Ya en el metro, mientras leía, el tema que apareció en mi mente fue sustancialmente político. Se me aparecía la imagen de los imbéciles de los últimos días, en realidad de los últimos años. Esos que hacen que la política fastidie a más de alguno, por no decir a la mayoría. El título era “El poder versus la Utopía”, y procuraba ser bastante ácido y mordaz. Ahora creo que no vale la pena gastar las yemas de mis dedos, el teclado de mi computador y las conexiones de mis neuronas en tan inmorales señores. Honorables quieren ser y no son más que una tropa de ladrones (de la L a la S) ansiosos de poder. Jamás les ha interesado el servicio público y se limitan a sus propios servicios Púbicos. La clase media está relegada a su mala suerte, dada la buena suerte de los otros. Ayer leí que si se elimina del estudio al 1% más rico de la población, la distribución del ingreso llega a ser muy similar a la de los países Europeos. No sé si creer lo leído. Lo dijo Marcel. Sin embargo me parece demasiado suave la afirmación. Excluyamos a ese 1%, ok, pero entonces no hagamos todo en función de ellos. Que se pudran. Groseros.
Ya acá en la oficina, el discurso cambió totalmente, el primer golpe fue una onda de calor. Ahí el tema se llamaría “El fucking termostato femenino”. Esto dado a la constante jugarreta que hacen las féminas con el aire acondicionado. Siempre tienen frío o calor. Nunca están confortables. El problema es que los cambios de temperatura repentinos, nos los bancamos los pobres y sufridos hombres.
El quinto tema me llegó en sobre. Se casa Horatio. Y finalmente es quien se lleva el título del comentario. Ajeno a toda crítica, el hombre está decidido. No soy quien para criticar su institucionalidad latente. Al contrario, merece orgullo por la valentía de querer asegurar su futuro con la mujer que ama. Un fuerte abrazo para él y cía.

La canción surge desde el Oleoso de la Fuenzalida.-