Para el primero de los puntos, estaba listo para saludarlo desde el lunes, con avisos electrónicos, alarmas, msn, correos, etc. Todo dispuesto para poder saludar al muchacho, ya a estas horas treintón. La lata es que igual no lo saludé. Se me olvidó. Y he ahí el peor pecado, pues hasta ahora tampoco lo he hecho. Aunque quizás bien vale como reemplazo estas líneas públicas y el saludo postrero.
El segundo punto, correspondía a una de las despedidas del Francés. El loco se va el lunes y han sido semanas intensas tanto para él, por lo apretado de su agenda, como para los bohemios de sus amigos que de una u otra formas hemos querido acompañarlo en varios pasajes de su estadía. Ahora, está bien que se vaya, creo que ya no podría soportar muchos más carretes o reuniones con un metalero violento pero con la polera dentro del pantalón. El punto es que llegué medio tarde (en realidad a la hora del loly) por estar ocupado en el punto 3. Y Ricardo (si, Ricardo movió una masa de gente) nos llevó a Dominica 25, un local chico, pero bastante malo. Decidimos entrar por que Montecinos cancelaba la entrada (el wn debiera haber corrido con las birras), ahora el ambiente... cebolla. Picada finita. Llorosa. Entre Retamal y Avilés peleaban por conocer más canciones de Zalo Reyes, Buddy Richard, Angeles Negros y quizás que otra vaina tocaron anoche. La única que me entusiasmó fue "Ella ya me olvidó", dado que Favio es al único wn al que le puedo encontrar un poco el tono. Además como es medio hablado, las posibilidades de desafinar disminuyen considerablemente. Y del partido... nunca más se habló. Quedó como un bonito proyecto.
El tercer punto, me hizo exclamar tal como Don Chuma de Condorito: "Por las canillas del mono!" Terrible lista de útiles... y peor precio.
Los bemos.-