Marzo.

Marzo fue un mes rápido. Estuve hartos días con ánimos de escribir. Sin embargo no lo hice.
Ya casi terminando escribo más bien para mandarme un resumen.
El mes partió con las groseras boletas de los libros de la Javiera. Afortunadamente gracias a Santa Martina, estos salieron harto más baratos.
Hace unas semanas se estrenó en la Finis Terrae la obra de la Paulita, si bien es mi prima, y esto puede nublar un poco mi objetividad, lo cierto es que es una obra macanuda, con una escenografía de lujo y una banda sonora interesante. Se puede ver hasta el 26 de abril, vayan vayan que no se arrepentiran.
Empecé o más bien empezaré con una nueva etapa en mi vida. Se vienen nuevos aires y poderosos augurios. Tengo fe.
Dentro de marzo también mi abuelita se sacó la cresta y se fracturó la cadera derecha. De alguna forma soy culpable, pues se cayó mientras recogía un durazno para mi. Se le fue el cuerpo y se hizo añicos el hueso. El sábado estuvo de cumpleaños.
En estos momentos estoy muerto de sueño. Me tomé un Nastizol.
Hace un mes tembló fuerte en mi vida. Ya repuesto, creo que tomo al fin las riendas de este juego.
La Javi ya pasó lo peor de su nueva etapa. Ya se adaptó al nuevo colegio y a la rigurosidad de las monjas.
Anoche Chile le ganó a los jodidos auquénidos y de paso quedó segundo en la table.
Fasa reconoció que habia sido una cadena hija de puta. Las otras se hacen las wevonas, mientras es la clase media la paga los platos rotos.
Necesito un nuevo Laptop. Necesito dormir más.
Se viene el maratón de Santiago, me esperan 21Km... no sé si llegue, pero haré empeño.