lunes, abril 16, 2007

Domingo en Paz.


Y es que el estadio había estado vacío, con las tribunas solitarias, soportando el paso del tiempo, no había paz, y las almas ya estaban aburridas, pateando las piedras que no podían tocar.
Y fue el grito de gloria estampado en la serenidad de esta noche, inadvertidos pasaron los pasos que se dieron para llegar al jardín que se encontraron. Y es que estas almas (como ya habían vaticinado con el tema de los caminitos encontrados) no jugaban ni se perseguían, simplemente caminaban el sendero que la vida les ponía.
La misión se había cumplido, el tiempo y el espacio desaparecían. El marido dormía. El alma disparaba. El arma se cargaba.
Armas de paz, armas de alegría y felicidad. Armas de pasión, correos, loco amor, esclavo amor.
Las manos en los bolsillos mientras caminaba, los caminos ya arrimados, y en Santiago ya no había otoño sin sentidos ni fronteras sin alivio. Silbando el rock de la vida, y el rostro de ella en cualquier parte, cualquier lluvia hubiese sido insignificante.
Abrazo extendido sin lucha aparente, piedad que tipo indiferente, beso motivado sin perjuicio aparente, perdón que tipo inteligente.
Alma cotidiana. Seguimos caminando.
Alma ciudadana. Bienvenida, ya vamos navegando.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

aquellas metaforas esconden secretos que solo ambos podemos descifrar....y quien sabe mas de algun secreto que es mejor mejor ni imaginar
...
Solo se q cada noche espero tu presencia...
y que quiero a tu alma mas aun domesticar..

Anónimo dijo...

qye juego de palabras..suenan casi romanticas..jajaaja tu sabes que son solo las respuestas al juego metaforico ...un beso