Estaba trabajando tranquilo, el ambiente estaba relajado, Laurita tenía particularmente buena música, hasta que de pronto sonó el teléfono, llamaban desde la recepción por la llegada intempestiva de un "Fiscalizador" de la Municipalidad de San Fco. de Mostazal... Quería hablar con el encargado de las patentes de los distintos restaurantes.
Laurita desesperó, le dijo al gerente quien la derivó a JP.
JP llegó con el "Fiscalizador", su cara reflejaba extrañeza, pero por otra parte indicaba entrega absoluta.
Del maletín el "Fiscalizador" extrajo credenciales y oficializó que todas las patentes del Casino estaban con problemas, por lo que se debía comprar de inmediato (y a él, por supuesto). JP asombrado solicitó de inmediato el dinero para solucionar el problema. No había más opción, las patentes estaban malas, y debía haber una inversión, sino se arriesgaba el chico parte.
Yo a varios metros de distancia, me pareció extraño y poco serio, considerando que en un año y medio, nunca se había tenido un problema de ese tipo, y el casino no se arriesgaría a faltar a algún tema legal. Me recordó malas prácticas que se hacían en Schopdog.
Afortunadamente en un arranque de iluminación al timado, JP reaccionó y llamó a la Municipalidad, en donde le informaron que el "Fiscalizador" no era tal, sino un simple "Vendedor" de la publicación de la Ley de Alcoholes, y que lógico, no era obligación comprar si no se requería.
En ese momento, JP colgó miró al anciano y ya disminuido y orinado "Fiscalizador", le pidió que agradeciera no sacarlo con guardias de seguridad y se fue. El "fiscalizador" alcanzó a esbozar un "Y por donde salgo", asumiendo el laberinto que le esperaba (Recién en un mes yo me ubiqué). Sólo recibió un "No tengo idea".
Con los ojos abiertos y algo sudoroso aún, se me acerca JP y me dice "Casi me lo meten". "Si caché", atiné a responder.
Laurita desesperó, le dijo al gerente quien la derivó a JP.
JP llegó con el "Fiscalizador", su cara reflejaba extrañeza, pero por otra parte indicaba entrega absoluta.
Del maletín el "Fiscalizador" extrajo credenciales y oficializó que todas las patentes del Casino estaban con problemas, por lo que se debía comprar de inmediato (y a él, por supuesto). JP asombrado solicitó de inmediato el dinero para solucionar el problema. No había más opción, las patentes estaban malas, y debía haber una inversión, sino se arriesgaba el chico parte.
Yo a varios metros de distancia, me pareció extraño y poco serio, considerando que en un año y medio, nunca se había tenido un problema de ese tipo, y el casino no se arriesgaría a faltar a algún tema legal. Me recordó malas prácticas que se hacían en Schopdog.
Afortunadamente en un arranque de iluminación al timado, JP reaccionó y llamó a la Municipalidad, en donde le informaron que el "Fiscalizador" no era tal, sino un simple "Vendedor" de la publicación de la Ley de Alcoholes, y que lógico, no era obligación comprar si no se requería.
En ese momento, JP colgó miró al anciano y ya disminuido y orinado "Fiscalizador", le pidió que agradeciera no sacarlo con guardias de seguridad y se fue. El "fiscalizador" alcanzó a esbozar un "Y por donde salgo", asumiendo el laberinto que le esperaba (Recién en un mes yo me ubiqué). Sólo recibió un "No tengo idea".
Con los ojos abiertos y algo sudoroso aún, se me acerca JP y me dice "Casi me lo meten". "Si caché", atiné a responder.
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