Quiero verte la cara
brillando como una esclava negra
sonriendo con ganas, nena.
Lejos, lejos de casa
no tengo nadie que me acompañe a ver la mañana.
Y que me de la inyección a tiempo,
antes que se me pudra el corazón.
Y calienten estos huesos fríos, nena.
Quiero verte desnuda
el día que desfilen los cuervos que han sido salvados, nena.
Sobre alguna autopista,
que tenga infinitos carteles
que no digan nada.
Y realmente quiero que te rías
y que digas que es un juego no más
o me mates este mediodía, nena.
La canción para hoy
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