Quizás.-

Al empezar a escribir se me vino a pito de nada la voz de Caetano Veloso cantando "cucurrucucú paloma" en Hablé con Ella de Almodóvar. Y con ello se me fue la idea que tenía para escribir. De todas formas con la banda sonora de "El Padrino" me es imposible escribir sin silbar, y al silbar recuerdo la película. De todas formas no quiero escribir de Vitto. Menos de Vicenzo. Ni Clemenza.
Aún así creo que no tenía un motivo claro. O sea no sabía de que escribir. Pero tenía ganas de escribir. Entonces es el teclado el que recibe las concecuencias.
Nice.
Aunque podría decir Bull Shits, pero prefiero nice. Me da más esperanzas.
Y afuera están todos en la suya. Afuera... ¿qué es afuera? ¿si no es adentro? ¿no es lo mismo? (a la larga)
Miro el reloj. Me gusta mi reloj.
Miro una foto de mi hija. Sonrío.
Recuerdo rostros. Incluso el tuyo.
Está desordenada mi pieza.

No sé de donde salieron los muros. Pero hay muros. Barreras.
Aunque conozco la salida de escape.
Y para que, si puedo salir por la puerta ancha.

Aparte hago zumbar a Prima Paza. Y viceverza.
Pero es inmune. Que decepción fui inocuo.
Así como la canción de la Fuenzalida ayer.
¿Como le habrá ido?

Y sigo silbando. Alguna vez escuché que los silbidos eran el cantar del alma. Y si es cierto. Estoy cantando desde adentro.