La Borra del Café

No sé que deparará mi futuro. Quizás leyendo la borra del café lo sabré.

Hay millones de significados para distintas figuras, de hecho la figura de mi taza (en la foto) puede ser desde una oreja hasta una galaxia.

Buena novela se mandó Benedetti. La leí hace mucho, en un verano, aún en la universidad.

Tuve reunión de apoderados. Salí levemente baboso luego de que destacaran por un buen rato la disertación que tuvo que hacer la Javiera.

Es tarde. Son casi las 2 am. Me quedé pegado mientras me comía un par de sandwich, viendo Spanglish. Mala película hollywoodense, pero con un buen espíritu. No me quería acostar sin escribir en el blog antes. Cosa rara.

Hoy en el metro tuve un viaje desesperante. En Los Héroes la manada de animales no me dejó bajar. Sono el pito casi apocalíptico y se desesperaron. Quedamos 3 personas dentro del tren. Ciudadanamente y civilizadamente seguí hasta República, en donde pude por fin bajarme, no sin antes durante todo el trayecto, enrostrar a la manada tercermundista. Y si que eran sudacas con creces los tipos, pues agachaban el rostro avergonzados. Tropa de animales. Quedé picado. Y López no entendía nada.

En la tarde estuve pegado con una milonga, que aparece en la película Luna de Avellaneda. La canción en cuestión es de Alberto Castillo, y dice:

Siga el baile, siga el baile

de la tierra en que nací;

la comparsa de los negros

al compás del tamboril.

Siga el baile, siga el baile

con ardiente frenesí;

un rumor de corazones

encendió el ritmo febril.

Ven a bailar,te llevaré en las alas

de mi loca fantasía,

quiero olvidarcon besos nuestras penas,

torbellino de alegría.

La canción la verdad es bastante vieja. Como de 1945. Y no tiene nada que ver con ningún momento de introspección personal ni menos con algún sentimiento que pudiere estar experimentando.

Quien quiera escucharla, está aqui:

Por lo demás, confío en que mañana si que será un buen día. Un muy buen día. Lo dijo la Borra del Café

Good bye. Que siga el baile.