lunes, octubre 22, 2007

Lunes Otra Vez Sobre La Ciudad.


Empiezo a escribir cuando quedan exactos 3.575 minutos para que Soda Stereo toque el escenario del Estadio Nacional este miércoles. Ahora bien, dado que son sudacas, lo más probable es que tengan un buen retraso de al menos 20 minutos.
Empiezo a escribir con la certeza de que en la nueva empresa nos irá el descueve. Estoy apostando todos los dados a que funcione. El otro día mi madre se enojó por esta suerte de secreto. El punto es que soy celoso al respecto y no quiero joder el business por comentarlo. Sólo puedo augurar que se viene bueno. Monstruosamente bueno.
Empiezo a escribir con la alegría que da un triunfo del Manojito de Claveles. Con la sonrisa que da un 3-0 y con la esperanza de seguir avanzando en esta guerra Helénica en la que se han transformado los Play Off.
Empiezo a escribir con la convicción de que la nueva propuesta que estamos generando para el club será la vencedora en la asamblea de socios en Diciembre. Por que queremos un Magallanes gigante. Donde merece estar.
Empiezo a escribir con el peso que me da una semana con la agenda casi reventada. Asumiendo que el viernes terminaré muerto. Quizás ojeroso incluso en la cena de aniversario.
Empiezo a escribir con el sino de seguir pobre, pues acabo de revisar mi Kino, y para no hacer un alto en la tendencia, saqué míseros puntos que no alcanzan ni siquiera para llenar una cartilla de Polla Gol. Claramente no diré mala suerte en el juego, buena suerte en el amor. Y no lo escribo pues tampoco es así.
Empiezo a escribir con la culpa de estar procrastinando (Que palabra te mandaste Perro!).
Empiezo a escribir y me arden los ojos. Supongo que es el peso de los párpados que queman en el estado soporífero en que se encuentran.
Hoy leí una frase de Facundo Cabral que me llamó la atención, y la encontré digna de destacar: “el hombre es maravilloso, no pide nacer, no sabe vivir y no quiere morir. Cosa extraña el hombre”
Será una buena semana.
O por lo menos, esa es la tendencia que lleva en estas casi diez horas.
La foto, un clásico capitalino que quise destacar. Ese letrero me lleva a la infancia. Desde pequeño lo ví. Por supuesto no sabía donde estaba. Según la estructura familiar el tema era “venir a Santiago” y ese letrero era el sinónimo de eso. De estar lejos de casa. Ahora prácticamente vivo por acá y sólo duermo allá. Y el cartelito luminoso es más bien una buena referencia de que nada ha cambiado mucho.
El título, una canción de Sui Generis.
Termino de escribir y quedan 3.555 minutos. Fuenzalida, ahí vamos.


3 comentarios:

CarloSCL dijo...

sudaca odio esa palabra suena tan despectiva.

es cosa de cambiar el switch.
y tambien yo estoy procastinando en una Reunion con tu amigo personal Lio.

Procastination Analist .

No vemos por ahi chayuuu

Mag dijo...

Ahi vamos!

Queda poquito, muy poquito...

Sabrina Devia dijo...

Cómo pasar por alto aquel letrerito?

besos