Hace exactamente un año quería darle la bienvenida al que pintaba ser el mejor año de mi vida, así el inolvidable, el que sería parangón para cualquier otro y que por ningún motivo hubiese querido que terminara.
Hoy, 365 días después, y sin mucho ánimo de hacer evaluaciones o resúmenes, sólo quiero que se acabe. Que por fin se vaya y no vuelva más.
Hace un año, estaba coordinando con Fabián la partida a un matrimonio (que no sé si aun dure). Hace un año preparaba la partida a Echaurren. Hace un año, faltaban sólo tres días para conocer a la mujer que marcaría el año, que aún sigo admirando y queriendo, pero que efectivamente íbamos para lados distintos.
Estuve chato de pega buena parte del año. Estuve corto de lucas buena parte del año. Estuve con proyectos buena parte del año. Tomé harta pilsen y menos tom collins. Estuve acelerado en gran parte de los días.
Vi hartas películas. Recibí demasiados correos. Escuché buenos discos. Retomé viejas amistades. Generé hartos encuentros. Reí menos que el 2007. Caminé más que otros años. Participé en el 10k. Seguí trotando por deporte. Dijé más garabatos que otros años. Conté más anécdotas que otros años. Conocí menos pero mejor gente. Tuve menos horas de sueño que nunca. Tuve menos ilusiones. Decepcioné quizás a más gente. Luché con menos convicción. Reclamé con más ira. Avancé con más furia.
Escribí menos en este antro grosero, intenté que fuera general o masivo, pero tal como me dijo Davicho, finalmente es mi blog. Y que para que fuera efectivamente participativo tendría que ser una nueva dirección.
Quedé hasta las recachas con la Teletón, Obama, Madonna, los “magnos eventos” generados gracias a Facebook, Fieldbaum, Arica Hurtado, Schoc-doc, IPC, Lehman Brohters (los chuchesumadres que causaron la crisis) y el olor a ala en el metro a cualquier hora, y ahora último con Wal-Mart.
Finalmente hice un resumen, escuálido, pobre y a la ligera, pero filo, a estas alturas quiero que fluya no más, lo que sea.
En Febrero borré todas las fucking imágenes del 2007, al menos de gran parte de los carretes memorables. Fue como el aviso de que este año estaría rodeado de mala cueva. Eso motivó a que no llevé cámara a casi ningún carrete. Preferí disfrutar y vivir el momento, antes que preocuparme de enfoques y cuadros y vainas de ese tipo.
Mi cumpleaños fue concurrido. Llegaron muchos y faltaron otros más. Jodida puta lluvia por segundo año consecutivo que celebro, aparece aguando la llegada de la muchachada.
El país lloró a un paco. En realidad no el país, pero si gran parte. “General del Pueblo” le decían. Jaja. El país lloró a unas niñitas cuicas que murieron en Arica, condenando al chofer a las penas divinas, pues los “buenos-puros-castos-beatos” de los padres no creían en la justicia terrenal (llámese puñado de crema y nata económica y política). El país vivió con ansias y siguió día a día la campaña del negrito basquetbolista que ahora es presidente de gringolandia. El país siguió los juegos olímpicos con la boca abierta por la majestuosidad chinese, pa variar nos volaron el orto en todos los deportes. El país completo lloró la muerte de JM, desatando la graciosa explosión emotiva (que meses más tarde lloraría a un paco), llevando a politiquerías como bautizar el Estadio Nacional como Julio Martinez (que harán cuando muera Elías, Leonel, Caszelly, Salas???). Fue titular en todos los diarios la muerte de No se cuanto Ledger, que actuaba como Guasón, que me importaba a mi? La verdad nada, pero los medios pusieron esa noticia como relevante. Luego vino el matrimonio de la Bruni. Soretes infelices putos medios que me importan.
Schoc-Doc va directo a la quiebra.
Se me había olvidado… vino Morricone, y lo más selecto del público fue a admirarlo… dantescos cándidos… la mayoría se viró de una, y la otra mitad sólo conocía los vientos del “Bolsero” del Jappening con Ja ochentero (the good, the bad & the ugly). Grabaron 007 en Chile y la gallada se enojó por que decían que era Bolivia… como si en Tunez se hubiesen enojado por que su desierto fue usado en la Guerra de las Galaxias. Desgraciados!
Hubo elecciones municipales. Todos los facinerosos groseros ganaron. Que manga de políticos nefastos.
Por último, el showsito de Girardi. El fucking pussycat de todas formas es víctima. El tipo movió su plataforma de influencias (mayor que la mayoría de la ciudadanía) para sacarse un parte e intentar cagar a otro de menos embestidura. Lamentablemente para él su espectáculo se hizo público, su desfachatez fue condenada y su arrebato acallado por el ruido ensordecedor de denostamiento público. Voy a que es víctima en el sentido de que a cualquier común humano que le sacan un parte, intenta contactarse con el juez, con el paco, con el actuario conocido, y mueve su propia maquinita de influencias. Se deba o no, sacarse un parte es un triunfo, independiente de la falta cometida, en términos ciudadanos eso no debiera estar enraizado en el inconciente, sin embargo nuestra cultura “pilla” y “viva”, hace actuar al primate de esa forma. Y lo de querer cagar a los pacos… ¿Quién no se quiere cagar a un paco en algún momento de la vida? En el fondo, todos tenemos un Girardi adentro. (sin ser tan chuchesumadres, por cierto)
En la foto está Oporto tomando Pilsen cuando vino el Che.
Adiós 2008. Si vuelves, te meo.
